Son pequeñas partes en las que se divide el capital social de una empresa. Al adquirirlas te convertís en socio y participás de las ganancias que genere la compañía.
El precio de las acciones varía siempre en función de la oferta y la demanda, es decir, al comprar acciones de una empresa se puede formular una idea aproximada de la rentabilidad esperada, pero la misma puede ser inferior o superior.
Entre sus ventajas destacamos:
• Rentabilidad: Se pueden generar tanto por la compra-venta como por los dividendos que pagan algunas empresas.
• Liquidez: Facilidad y rapidez con que se puede entrar y salir del mercado.
• Diversificación: Disminuye el riesgo de tu portafolio.
• Transparencia: Información pública y reporte de la situación financiera de manera periódica de cada empresa que cotiza sus acciones.
• Regulación: Registro de todos los sujetos autorizados para ofertar y negociar activos proporcionando seguridad.